¿Por qué ha fracasado Redfall?


¿Por qué Redfall es un fracaso? Los jugadores lo destrozan a pocas horas de su lanzamiento
Redfall es el nuevo juego de Arkane Studios, los creadores de Dishonored y Prey, que prometía ser una aventura cooperativa de acción y terror contra vampiros en un pueblo de Nueva Inglaterra. Sin embargo, a pocas horas de su estreno en PC y Xbox Series X/S, el juego ha recibido una oleada de críticas negativas por parte de los jugadores, que lo acusan de ser aburrido, repetitivo, mal optimizado y poco original. ¿Qué ha salido mal en este proyecto que se presentó como uno de los más ambiciosos del estudio?
Un mundo abierto sin vida ni personalidad
Una de las características más destacadas de Redfall era su propuesta de mundo abierto por zonas, en el que podíamos explorar el pueblo homónimo y sus alrededores con total libertad, ya sea en solitario o en compañía de otros tres jugadores. Sin embargo, este mundo abierto ha resultado ser uno de los puntos más flojos del juego, ya que carece de vida, variedad y personalidad.
Los escenarios son genéricos y poco inspirados, con edificios que se repiten constantemente y que no tienen nada interesante que ofrecer al jugador más allá de algunos objetos coleccionables o notas que cuentan la historia del lugar. El diseño de las misiones es muy simple y se basa en ir de un punto a otro eliminando vampiros o activando interruptores, sin ningún tipo de reto o sorpresa. Además, el juego no incentiva la exploración ni la creatividad, ya que no hay recompensas significativas ni múltiples formas de afrontar las situaciones.
El mundo abierto de Redfall se siente vacío y aburrido, sin nada que lo haga único o memorable. No hay interacción con los personajes secundarios ni con el entorno, no hay eventos dinámicos ni misiones secundarias interesantes, no hay cambios climáticos ni ciclos día-noche... En definitiva, no hay nada que le dé vida o variedad a este mundo que se supone que está asediado por una amenaza vampírica.
Unos personajes planos y sin carisma
Otro aspecto que suele ser un sello distintivo de Arkane Studios son sus personajes, que suelen tener una personalidad definida y una historia propia que los hace interesantes y únicos. Sin embargo, en Redfall esto no se cumple, ya que los cuatro protagonistas del juego son planos y sin carisma, sin ningún tipo de desarrollo o profundidad.
Los personajes jugables son Devinder Crousley, un inventor obsesionado con los ovnis; Layla Ellison, una ex estudiante con poderes telequinéticos; Jacob Boyer, un ex militar con un ojo biónico; y Remi De La Rosa, una ingeniera ambiental con un robot compañero. Estos personajes tienen habilidades y armas diferentes que se pueden personalizar y mejorar, pero eso es lo único que los diferencia entre sí.
El juego no explora la historia ni la personalidad de estos personajes, ni tampoco su relación entre ellos o con el resto del mundo. No hay diálogos ni cinemáticas que nos cuenten quiénes son o qué les motiva a luchar contra los vampiros.
Los grandes problemas en Redfall
El primer problema es que Redfall sufre de graves problemas de optimización, que provocan caídas de frames, bugs, glitches y crashes constantes. El juego no funciona bien ni en PC ni en Xbox Series X/S, las plataformas en las que está disponible. Muchos jugadores reportan que el juego se les cierra sin previo aviso, que se les queda congelado en la pantalla de carga o que experimentan lag y stuttering durante las partidas.
El segundo problema: El diseño del juego. Redfall se presenta como un juego de mundo abierto, pero en realidad está dividido en zonas que hay que desbloquear progresivamente. Cada zona tiene una serie de misiones principales y secundarias que hay que completar para avanzar en la historia y liberar el pueblo del dominio vampírico. El problema es que estas misiones son repetitivas y aburridas, consistiendo en ir a un punto del mapa, matar a unos enemigos, recoger un objeto o activar un interruptor y volver al punto de partida.
Además, el mundo abierto no tiene mucho interés ni incentivos para explorarlo. La mayoría de los edificios están vacíos o cerrados, y los pocos que se pueden entrar tienen poco que ofrecer más allá de algunos objetos coleccionables o notas que cuentan algo del lore del juego. El juego tampoco tiene un sistema de progresión o personalización muy elaborado. Los personajes solo pueden mejorar sus habilidades con unos mechones que se encuentran por el mapa o comprando mejoras en las tiendas. Las armas se pueden modificar con unos accesorios que también se compran o se encuentran, pero no hay mucha variedad ni impacto en el gameplay.
El tercer problema es la inteligencia artificial del juego. Los enemigos son poco desafiantes y predecibles, y su comportamiento deja mucho que desear. Los vampiros se limitan a correr hacia el jugador o a lanzarle proyectiles desde lejos, sin mostrar ninguna estrategia o coordinación. Los sectarios y los mercenarios son aún peores, ya que suelen quedarse quietos o disparar al aire sin sentido. El juego tampoco tiene un sistema de sigilo o de coberturas bien implementado, lo que hace que las batallas sean monótonas y caóticas.
El cuarto problema es la historia y los personajes del juego. Redfall pretende tener un tono desenfadado y humorístico, pero no consigue hacer gracia ni conectar con el jugador. Los personajes son clichés sin carisma ni personalidad, y sus diálogos son forzados y aburridos. La historia es simple y predecible, y no tiene ningún giro ni sorpresa que la haga interesante.
¿Qué sigue?
Existe bastante expectativa sobre lo que ocurrirá ahora con el lanzamiento cercano de Starfield, incluso desde dentro Microsoft, de acuerdo con declaraciones recientes de Phil Spencer, se cree que no hay manera, al menos en el corto plazo, de rescatar el nombre de Microsoft con estos lanzamientos, ya que el mismo Spencer ha dicho que Starfield no contiene ningún elemento que vaya a posicionar al juego como un 11 de 10 en calificación. Al menos esperemos que el juego cumpla las expectativas y la larga espera para disfrutar de un buen título.